La renovación de la narrativa hispanoamericana se produce con una enorme fuerza creativa y gran esplendor que la llevará a situarse en la cumbre de la narrativa mundial. La gran expansión geográfica de Hispanoamérica influye en la diversidad de corrientes narrativas, algunas de ellas exclusivas de un país o de una región.
Entre 1945 y 1960 se observan en la narrativa hispanoamericano unas características diferente. Los principales cambios fueron:
- Surgen nuevos temas, en los que se integran lo urbano y los problemas del hombre contemporáneo.
- Penetra la imaginación y la fantasía, dando lugar a lo que se ha denominado realismo mágico o lo real maravilloso. A partir de este momento la realidad y la fantasía aparecerán intimamente unidas en la novela.
- Formalmente, se siguen las innovaciones técnicas de los grandes novelistas europeos o norteamericanos; además se introducen elementos irracionales y oníricos del Surrealismo.
La definitiva renovación de la novelística Hispanoamericana se produce a partir de los años sesenta con un fenómeno que la crítica ha denominado el boom de la narrativa Hispanoamericana. Surgió ligada a un fenómeno extraliterario que facilitó que esta novela fuera conocida en el exterior: el apoyo de las editoriales españolas especilmente despues del éxito de La Ciudad y los perros (1963) de mario Vargas Llosa.
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